Además de provocar efectos gastrointestinales, la intolerancia al gluten puede manifestarse en boca a través de distintos síntomas que pueden provocar efectos negativos sobre nuestra salud bucodental.
La enfermedad celíaca puede causar defectos en el esmalte dental provocando una decoloración de piezas con manchas blancas, amarillas o marrones, lo que podrá ocasionar una rotura dental o apariencia translúcida.
Las personas sufren brotes más frecuentes y severos de aftas bucales.
Los niños con la celiaquía diagnosticada pierden sus dientes de leche más lentamente y sufren un retraso en el desarrollo dental en general.
En los niños la aparición de caries es más común.
Aumenta la sensación de sequedad o ardor en la boca.
Aquellos que no siguen una dieta libre de gluten tienen un mayor riesgo de cáncer de boca, faringe y linfoma.
Para tratar la celiaquía es fundamental seguir una dieta libre de gluten, evitando alimentos procesados, envasados y elaborados, recurriendo sobre todo a alimentos frescos.
En este sentido la prevención de la salud bucodental también es un factor clave y visitar al dentista facilitará la detección precoz de esta enfermedad, ya que si no se trata correctamente y con tiempo, podemos llegar a sufrir la pérdida permanente de dientes.
